Nos hacemos eco de la denuncia del Blog:
Incuestionablemente, el grado de salvajismo, bestialidad, ignorancia, falta de respeto y brutalidad supina de algunos especímenes a los que erróneamente se les confunde con homo sapiens llega a niveles más propios de macacos que de humanos.
Un ejemplo preclaro podemos verlo en la alcazaba de Alcalá de Guadaíra, conocida en la Edad Media como Yabir. Este impresionante bastión era en tiempos de la reconquista la llave del Valle del Guadalquivir por el lado de levante. Sus impresionantes defensas dejaron perplejos a la hueste castellana del tercer Fernando y, si no hubiese sido porque se rindieron sin más, aún duraría el cerco y, posiblemente, Isbiliya aún sería andalusí, vete a saber.
Hará cosa de un año se llevaron a cabo una serie de obras de restauración que permiten el acceso al adarve en todo su perímetro, así como la reconstrucción de algunas de las torres de flanqueo. Igualmente se despejó la zona donde se ubicaba la casa del alcaide y los baños. Pero aparte de la sempiterna intervención de los "expertos" que, por norma, lo llenan todo de elementos fuera de contexto y convierten la restauración en una porquería, los homínidos que pueblan los alrededores de tan insigne monumento, así como la total falta de vigilancia del mismo, han permitido que pocos meses después de ver concluidos los trabajos ya sea precisa una intervención para reparar las malignas acciones de los macacos. Veamos...
A la derecha tenemos una imagen de la alcazaba de finales del siglo XIX, cuando estaba totalmente despejada en la cima del cabezo que ocupa. A la izquierda de la foto se encuentra actualmente el arrabal de San Miguel, una zona a extramuros que surgió tras la reconquista a manos de los castellanos debido al enorme incremento de la población. Dicho arrabal se despobló hacia el siglo XVIII para verse nuevamente invadido a mediados del siglo pasado a base de casas de auto-construcción, dando lugar a un barrio de clase obrera y, especialmente de "miembros de etnia gitana", antes gitanos a secas.
A la izquierda podemos verlo un poco mejor en esa maqueta de la alcazaba y el castillo. Las zonas marcadas en rojo se corresponden con la que actualmente ocupa el arrabal de marras. Según se puede colegir, ni el ayuntamiento ni nadie se preocupó en su día del imparable avance de las edificaciones que, poco a poco, engulleron literalmente toda la ladera y, con ella, dos de las corachas que bajaban hasta el río, así como la puerta de acceso al recinto de la alcazaba, actualmente despejada en parte tras las obras.
A la derecha tenemos una foto reciente, de hace cosa de un mes o menos. La perspectiva corresponde con bastante aproximación a la foto antigua mostrada más arriba, lo cual nos permitirá hacernos una clara idea de la metástasis urbanística que tuvo lugar hace unos 60 años. Como queda patente, el antemuro está prácticamente engullido y bastante deteriorado, entre otras cosas porque es usado como muro trasero de las viviendas del arrabal adosadas al mismo.
A continuación expongo una serie de fotos que hablan por sí mismas, con las que se verá con claridad meridiana el nivel de barbarie de la peña que cerca el castillo. Vean, vean, están calentitas, son de ayer mismo...