Los últimos rayos de sol se filtraban entre los menhires cuando a las 20.00 GMT de la anoche de antier, los integrantes de la compañía francesa Carabosse comenzaron a encender las velas que habían distribuido entre las piedras de Stonehenge, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1986.
El espectáculo, titulado Fire Garden (Jardín de Fuego), se repitió ayer en la noche y hoy, como parte de la Olimpiada Cultural. El objetivo es “inspirar, entretener y crear momentos que transformen a las personas y los lugares”, según María Bota, directora del Festival Internacional de Arte de Salisbury.