martes, 24 de mayo de 2011

NEOLÍTICO

Fue durante el período Neolítico que se desarrolló la Cultura Megalítica, la cual consistió en el empleo de grandes piedras que llegaban a pesar varias toneladas. La roca tomó caracteres sagrados y el hombre la empleó como elemento necesario para grabar sus conocimientos de astronomía, geometría, física, matemáticas, energía, metafísica y religión.

Técnicamente las piedras eran empleadas en forma directa, generalmente como se encontraban en la naturaleza, con muy pocas modificaciones o acabados, siempre y cuando el tamaño y la forma fueran convenientes.

Las construcciones megalíticas las encontramos desde Suecia, Dinamarca y el Norte de Alemania, saltando a las Islas Británicas y luego a Francia y a toda la Península Ibérica. También, desde Irlanda, se extienden a Corea por todo el Continente Eurasiático, Oriente Medio y el Norte de África, hasta Dakar. Solamente en Senegambia África, por ejemplo, podemos encontrar más de 800 círculos de piedras, casi tantos como en las Islas Británicas. Incluso en el Continente Americano se han encontrado este tipo de estructuras; tal es el caso del triple Crónlech de Queneto, al extremo norte de Perú y el Mollar en Argentina.

Fotografía: Menhires en Queneto (Virú, La Libertad-Perú)
 
Desierto Nabateo
 
El Mollar Argentina
 Los Dólmenes por lo general orientan la línea de su eje en dirección Sureste. Se ha encontrado que las líneas Hartmann se...

apartan en las cuatro direcciones, rodeando a la estructura dolménica como una barrera de protección energética, y creando una zona central bajo la misma, que es neutra y en donde reina la calma. A esta zona neutra, llamada "estancia dolménica", se le asigna una polaridad YIN (o negativa). Algunos suponen que con los Dólmenes se quería compensar la falta de cuevas naturales.

En el caso de los Menhires, las líneas Hartmann son atraídas hacia los mismos, deformándose para adaptarse a la atracción. Por lo general se encuentran bajo el Menhir tres de estas líneas apiñadas, tanto en el sentido Norte-Sur como en el Este-Oeste, de modo que el Menhir queda intensificado por nueve nudos o cruces. Esas columnas de piedra parecen haber representado el papel de captadores y/o acumuladores de las corrientes de telúrica, convirtiendo en más fértil un perímetro dado. Algunos investigadores sugieren que esta energía circula a los menhires en forma espiral, con dos espirales bajo tierra y cinco arriba. A los Menhires se les a relacionado con cultos o símbolos fálicos y con la polaridad polaridad YANG (dicho sea de paso, masculina) y vienen a ser, para algunos, como gigantescas agujas de acupuntura terrestre. El más grande, conocido a la fecha, es "Le Grand Menhir Brisé" o "Er Grah" cerca de Locmariaquer en Bretaña, el cual mide 21 metros de altura y pesa más de 300 toneladas. Este Menhir fue derribado por el clero.

En muchos casos los Menhires se encuentran en grupos, ya sea alineados en una sola línea, en varias líneas paralelas como el caso de Carnac, o dispuestos en círculos, muchas veces junto con Dólmenes como en Stonehenge.
A todas estas agrupaciones se les denomina genéricamente como CROMLECH. Al caso particular de una agrupación circular, más o menos parecida al círculo de piedras de Stonehenge, se le llama genéricamente como HENGE.

Muchas veces, al observar las piedras desde una posición tal que la misma quede entre el observador y el horizonte y, alineando el borde superior con las montañas y el paisaje del horizonte, el encaje es exacto en una dirección específica. Esto constituye una asombrosa prueba visual de la intención deliberada de los constructores, e indica, como bien señala Devereux:
 “Que los lugares sagrados antiguos deben estudiarse asociándolos conjuntamente con el cielo y el entorno natural que los rodea.” .


Los Dólmenes y Menhires llegaron a constituir, para sus constructores y descendientes, verdaderas Piedras Sagradas. El objetivo de estas estructuras es desconocido a ciencia cierta. Se puede decir que fueron utilizados con varios propósitos y por varios pueblos. Por un lado, se aprovecharon como cementerios, y por otro se especula que se ubicaron en lugares estratégicos, con el objeto de evitar inundaciones y alterar los campos magnéticos y telúricos para el beneficio de los cultivos. Se sabe también que estaban vinculados con las estaciones del año, sirviendo como calendarios y observatorios astronómicos. Además, la piedra en si posee dos cualidades notables: primero, según los entendidos, es un acumulador de energías cósmicas y telúricas. La segunda es que la piedra es una materia capaz de entrar en vibración.

Durante casi cincuenta años, el profesor de ingeniería Alexander Thom, pasó midiendo e interpretando numerosos enclaves megalíticos de Gran Bretaña y Francia. Sus trabajos no dejan lugar a dudas sobre el interés que los antiguos constructores dedicaban no solo a la astronomía sino también a sutiles cálculos geométricos y matemáticos, todo lo cual ha servido para sentar las bases de la llamada arqueoastronomía. Descubrió, entre otras cosas, que la planta de los círculos de piedra no era exactamente circular, sino una forma geométrica cuidadosamente construida, en donde se utilizó una unidad de medición básica de 2.72 pies (0.829 m) a la que le dio el nombre de Yarda Megalítica.

Extraído de la pagina web
www.geocites.com/Athens/Agora/9628/mega1.htm

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Recuerda, puedes copiar las fotos y el texto, pero no olvides hacer un enlace a este blog, Gracias!
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...