viernes, 6 de noviembre de 2009

TEXTO EXPOSICIÓN FOTOGRAFICA

Dentro del Programa de las:
VI JORNADAS DEL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO
EN
VALENCINA DE LA CONCEPCIÓN
Estuvo del 15 AL 29 DE Octubre DE 2009
Reproduzco el texto que incluí en el diptico de la exposición:
Entre cientos de fotografías realizadas a lo largo de varios años, he seleccionado aproximadamente 50 de ellas que son las que muestro en esta exposición, en la Casa de la Cultura de Valencina de la Concepción.

Cada una de ellas tiene su propia historia, cada dólmen, cada menhir o crómlech fotografiado, es producto de una búsqueda y un encuentro, que produce en mí, especiales sentimientos y emociones.

Un recorrido de muchos kilómetros y el empleo de mucho tiempo, por carreteras, caminos y veredas a veces olvidados, para llegar a lugares que solo conocen algunos vecinos del lugar y que te llevan a recorrer tú propio camino personal.

La búsqueda de ese sendero está dentro de cada uno, tratando de encontrar respuestas a las preguntas, ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Para qué? y ¿Porqué los hicieron?...

Esa curiosidad innata en el Ser Humano es la que mueve a la investigación y esta, al descubrimiento satisfactorio de respuestas, muchas de estas preguntas, tienen ya cumplidas respuestas por los científicos expertos en la Cultura Megalítica, sin embargo aún hay preguntas por responder.

Cuando vi por primera vez (hace muchos años) un dólmen, el del Prado de Lácara en las cercanías de Mérida, quede fascinado por la visión de tal manera, que la misma sembró en mí una semilla, mezcla de incertidumbre y pasión que me ha empujado a recorrer España, Portugal y la Bretaña Francesa en su búsqueda, con la intención de comprenderlos, “sentirlos” y fotografiarlos.

Hace tiempo que deje de creer que los dólmenes servían solo para enterrar a los jefes, los menhires para señalar los caminos y lugares y los cromlechs para guardar el ganado.
Como dice el arqueólogo Leonardo García Sanjuán, en su artículo:

Grandes Piedras, Paisajes Sagrados.
http://www.juntadeandalucia.es/cultura/iaph/infopha/05textose/boletin31/b3101.html

…“Ignorar la articulación entre construcciones megalíticas y registro habitacional a escala macro equivaldría simplemente reproducir el error del paradigma histórico cultural, que dió total prioridad al megalito funerario como simple (y descontextualizado) depósito de objetos”.
Más adelante en su interesante artículo dice:

“Las construcciones megalíticas no solo adquieren su sentido dentro de un orden social. Hay numeroso indicios racionales de su importante papel como elementos activos en la interpretación y asimilación cultural del orden natural y cósmico. Numerosos monumentos megalítico… ofrecen un fuerte componente simbólico como focos cósmicos (y quizás cosmogónicos), sugiriendo su importancia en relación con el paisaje astral. Evidencias tales como patrones de orientación astronómica recurrentes y homogéneos se han encontrado tanto en el marco del continente Europeo… como en el Sur de la Península Ibérica en particular”.


Una orientación, generalmente hacía la salida del Sol, que no se cumple en el conjunto Dolménico de Valencina de la Concepción y que sin duda merece su análisis y estudio por expertos no solo, arqueólogos, sino también astrónomos, antropólogos, historiadores, etc., es decir un grupo multidisciplinar, que como amplias miras, de respuestas más contundentes, como lo esta haciendo la Arqueoastronomía, una disciplina que soporta a muchos detractores y que sin embargo, dos investigadores de reconocido prestigio de esta disciplina científica, el astrónomo Juan Antonio Belmonte y el historiador Michel Hoskin, en su libro Reflejo del Cosmos, han puesto en su justo lugar.
Pero a pesar de todo, sigue siendo una gran incógnita, el por qué, nuestros antepasados hace más de 6.000 años y siguiendo una especie de moda los construyeron por todas partes.
Hoy tan solo quedan aquellos, que no han sido destruidos, enterrados o están lo suficientemente protegidos, lejos o inaccesibles, a las manos de los depredadores y buscadores de tesoros que jamás han sido descubiertos, porque no existe más tesoro que el mensaje en piedra que nos han legado nuestros ancestros.

Los dólmenes y menhires, como antiguos tesoros, esperan nuestra visita y nuestro respeto. Nos están esperando, en preciosos lugares de la geografía Andaluza, para que los conozcamos y les prestemos el interés que merecen, como antiguas manifestaciones de Arte, Arquitectura y Religión de los primeros pobladores de Andalucía y probablemente de la Península Ibérica.

En nuestra región tenemos una de las mejores ofertas en cultura megalítica de Europa y es necesario que los andaluces la conozcamos, la respetemos y sepamos con su puesta en valor, ofrecer su contemplación y estudio a los que nos visiten.

Conservar las raíces de nuestro patrimonio cultural y arqueológico, es de suma importancia, pues constituye para nuestra memoria colectiva, una parte clave de la identidad de nuestro pueblo, de ahí el interés de conocerlo, conservarlo y mejorarlo, sobre todo frente al olvido de nuestra propia gente.

Termino como dice el Insigne poeta:

“Converse con las rocas y como un amuleto
recogí de las rocas el sideral secreto.
Los números dorados de sus selladas
cláusulas me fueron revelados.”

Ramón Mª del Valle Inclán
(Claves Líricas)
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