martes, 16 de agosto de 2011
EL MENHIR DE KURTZEGAN RECONSTRUIDO
La pieza reconstruida es una muestra arqueológica de 5,40 metros de altura, uno de los restos megalíticos más importantes de Euskadi, ubicado en el collado de Kurtzegan, en Orozko.
El menhir de Kurtzegan que ha sido reconstruido y levantado por el Departamento de Agricultura de la Diputación Foral de Bizkaia, consta de tres grandes piezas, ortostatos de arenisca albiense que corresponden a una misma pieza imponente de gran envergadura y que con los avatares del tiempo han ido desplomándose y quedando en el suelo.
El equipo dirigido por el arqueólogo Juan Carlos López Quintana ha trabajado en la reconstrucción de la pieza y en la investigación paralela que se ha desarrollado sobre el menhir megalítico que hasta el momento no estaban catalogados.
Durante el proceso de investigación y restauración de la pieza reconstruida, en primer lugar, se realizaron los trabajos de excavación en el área. Previamente, se movieron los tres ortostatos con la asistencia de una excavadora y durante esta fase se analizaron las superficies de las mismas.
CARACTERÍSTICAS DEL MENHIR
Los estudios realizados han descubierto que dos de los bloques pertenecen a una misma pieza de 5,40 metros de longitud. En abril de 2006, se desplomaba por causas desconocidas, el único ortostato que se encontraba en pie, concretamente el correspondiente a la parte superior del menhir, con unas dimensiones de 2,06 metros de longitud, 1,05 metros de anchura y 0,32 metros de... grosor.
La pieza inferior que sostiene a la descrita anteriormente tiene una dimensión mayor que la anterior de 3,72 metros de longitud, 1,12 metros de anchura y 0,35 metros de grosor y ensambla perfectamente con el bloque 1.
La tercera pieza, con una estratificación diferente, según los estudios, pudiera haber tenido una función de calzo o elemento de sujeción, teniendo en cuenta el gran volumen del menhir de siete toneladas de peso.
La reconstrucción de los ortostatos ensamblados, uno encima de otro, revelan un menhir de 5,40 metros de longitud, con una fractura lateral en su base y entalladuras en las piezas, que insinúan cierto aspecto antropomorfo y muestras nítidas de talla del bloque.
SUPERFICIE EXCAVADA
Durante el proceso de análisis y puesta reconstrucción de la pieza se realizaron un total de 12 sondeos estratigráficos en el collado, donde se han sacado unas primeras conclusiones que se deberán completar en posteriores procesos de investigación. Se han analizado argumentos sobre las características del menhir y de su ubicación.
Tras la valoración de las diferentes fases desarrolladas hasta el momento, los expertos han determinado que la ausencia de un suelo bien desarrollado no han contribuido a conservar pruebas arqueológicas, que han sido frecuentes en otros menhires que han sido analizados hasta el momento.
En la presente campaña de intervención arqueológica en el menhir de Kurtzegan, se ha cumplido el objetivo de localizar la estructura de implantación del monumento, consistente en una fosa que incorpora un relleno que posiblemente sirvió de calzo del menhir. Dicha fosa se ha conservado en muy buen estado y muestra algunas huellas de las labores de excavación sobre la roca madre, si bien no ha sido posible determinar en los análisis realizados con qué tipo de instrumentos se realizaron. Los datos analizados en la excavación revelan además que la pieza fue extraída del afloramiento y transportada hasta el collado de Kurtzegan con la intención de ser erigida en posición vertical.
CRONOLOGÍA E IMPLANTACIÓN DEL MENHIR
En cuanto a la cronología del menhir, con los datos iniciales disponibles no se ha podido realizar una estimación precisa. No obstante, los rasgos tipométricos y su ubicación en un collado de gran visibilidad, permiten proponer una cronología prehistórica para el monumento, aunque sin mayores precisiones.
Los expertos que han analizado la implantación del menhir en este emplazamiento del Parque Natural de Gorbeia concluyen que el bloque que conforma el menhir es de arenisca albiense, por lo que dicho material pudo extraerse del Alto de Kurtzegana o en la cima del Kolometa, donde se encuentran los estratos de dicho material. El estudio indica que posiblemente proceda del Alto de Kurtzegan, ya que su traslado es menos costoso. De todas formas, los miembros del equipo de investigación aseguran que “no hay evidencia alguna para reconstruir el proceso de transporte y levantamiento del menhir. Existen datos que apuntan al uso de rampas de tierra, rodillos sobre raíles de madera, poleas, etc, que se ejecutarían mediante la acumulación de esfuerzos que se podían dar en el neolítico y posneolítico”.
SISTEMA DE SUJECIÓN
Otro de los interrogantes del proceso de análisis del menhir es el referente al sistema de sujeción. Un aspecto muy difícil de explicar con los datos recuperados durante la excavación. Los expertos indican que “es tremendamente complicado garantizar la estabilidad de un menhir de 5,40metros de altura dentro de una fosa de 0,70 metros de profundidad. Parece claro que los bloques de relleno de la fosa debieron de actuar como calces o cuñas de sujeción, y es probable que el ortostato de menor envergadura desempeñara un papel fundamental como elemento de sustentación del monumento”.
Los estudios realizados en Kurtzegana están enmarcados dentro del proyecto de investigación sobre la Prehistoria de Gorbeia, impulsado por el Servicio de Conservación y Espacios Naturales Protegidos de la Diputación Doral de Bizkaia, con el objetivo, entre otros, de estudiar los procesos de ocupación humana durante la primera mitad del Holoceno en el área alta de la montaña del Gorbeia.
Fuente:
La primera foto es del articulo original, las siguientes de:
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